Cuando el backup no es suficiente para garantizar la disponibilidad

Por Álvaro Jerez, director de canal Veeam Iberia.

Un mundo cada vez más interconectado genera nuevos desafíos. Muy probablemente, la gestión de los datos es uno de los principales para la mayoría de las organizaciones. En la era digital actual, el incremento en la generación de datos es sorprendente: de acuerdo con estimaciones de IDC, para el año 2025 la esfera global de datos crecerá a 163 zettabytes (es decir, 1 trillón de gigabytes), lo que significa 10 veces más que los 16.1 ZB generados en 2016.

Para la firma analista, dentro de 7 años cerca del 20% de esos datos serán críticos en nuestra vida diaria, y un 10% adicional serán híper críticos. La pregunta es: ¿una solución tradicional de backup será suficiente para protegerlos?

Según el Informe de disponibilidad 2017 de Veeam, el 82 % de las empresas reconoce sufrir una ‘brecha de disponibilidad’ (brecha entre la demanda por parte de los usuarios de acceso sin interrupciones a servicios y lo que las compañías y los departamentos TI pueden ofrecer), que tiene un impacto en sus resultados por valor de 21,8 millones de dólares por empresa cada año. El tiempo de inactividad y la pérdida de datos representan un obstáculo para la innovación y  obligan a las empresas a enfrentarse al escrutinio público de un modo tal que no se puede calcular su coste o incluirlo en un balance general. El estudio muestra que prácticamente la mitad de las empresas experimenta una pérdida de confianza por parte del cliente y un 40 % sufre daños en su marca, que afectan tanto a la reputación de la misma como a su capacidad para fidelizar clientes.

Si bien en el pasado las empresas se protegían a través del backup, actualmente la respuesta ya no está ahí. Las organizaciones que se preparan para la era de la transformación digital saben que una solución de backup tradicional no garantiza realmente que los usuarios del negocio tengan un acceso ininterrumpido a datos, aplicaciones e infraestructura. Como los centros de datos se apoyan cada vez más en la virtualización y la nube, ocurre que las herramientas de backup y recuperación legacy se vuelven totalmente ineficientes dado que no fueron creadas para estos entornos. Además, ahora que las áreas de TI tienen como objetivo principal asegurar que los servicios y la operatividad del negocio estén disponibles siempre, prácticamente ya no hay tolerancia para caídas o pérdida de datos.

En la actualidad, la respuesta para las organizaciones está en una estrategia de hiperdisponibilidad, la cual es urgente para que alcancen sus objetivos presentes y futuros. De acuerdo con el Informe de Disponibilidad 2017 de Veeam, el 66% de las empresas a nivel mundial han visto impedidas sus iniciativas de transformación digital, ya sea significativamente o de alguna manera, por tiempos de inactividad no planeado y/o la insuficiente disponibilidad de las aplicaciones. Asimismo, de los resultados globales de dicho informe también se destaca que el 85% de los profesionales de TI no confían totalmente en su solución actual de disponibilidad, porcentaje sumamente alto en una época en la que es vital garantizar la hiperdisponibilidad de la información y las aplicaciones.

Una estrategia de hiperdisponibilidad permite a las empresas garantizar el acceso continuo a toda la información del negocio al basarse en dos elementos principalmente:

1. Backup eficientes, configurables, flexibles y 100% automatizados, compatibles con las implementaciones de virtualización y nube de las organizaciones, y
2. Esquemas de recuperación que se caracterizan por su óptima velocidad de respuesta y la posibilidad de adaptarse a las necesidades de cada caso.

Pero no se queda ahí solamente. Las estrategias de alta disponibilidad también consideran la importancia de la monitorización constante del estado de salud de la infraestructura y la necesidad de contar siempre con 3 copias de seguridad en 2 medios diferentes con 1 copia fuera de las instalaciones de la empresa, es decir, la aplicación de la Regla 3-2-1 de la disponibilidad.

Todo lo anterior tiene el objetivo de que las organizaciones alcancen tiempos y puntos de recuperación (RTPOs, por sus siglas en inglés) menores a 15 minutos. ¿Suena imposible? Definitivamente, con una solución tradicional de respaldo y recuperación, sí que lo es.