En este informe se analiza el uso de cloud privado en un contexto de cloud híbrido: cuáles son sus impulsores y sus inhibidores, así como cuáles son las cargas de trabajo para las que se está extendiendo su uso.
La entrada de nuevos competidores nativos digitales y la demanda en tiempo real de los clientes está generando un nuevo contexto económico de gran volatilidad. Para responder a los cambios en el entorno de negocio, las empresas necesitan acceder a la tecnología de manera ágil y flexible. Esto está llevando a un gran número de organizaciones a apostar por modelos de entrega cloud, los cuales se caracterizan por su agilidad, escalabilidad y posibilidad de autoservicio.
Este cambio en la manera en que las organizaciones consumen tecnología se pone de manifiesto en los resultados obtenidos en la encuesta de IDC CloudView, realizada en 2016 sobre una muestra de 11.350 empresas a nivel mundial. De acuerdo con el estudio, el gasto en servicios e infraestructura relacionados con cloud va a pasar de ocupar el 29,8% del presupuesto TI de las organizaciones en 2016 al 43% en 2018.
Debido a la diversidad de la información y servicios que se manejan en una organización, cada vez son más las empresas que apuestan por combinar distintos modelos cloud junto con sus sistemas legacy, lo cual está dando lugar a entornos híbridos. En sus predicciones para 2016, FutureScape: Worldwide Cloud 2016 Predictions, IDC estima que más del 80% de las empresas a nivel mundial implementarán arquitecturas de cloud híbrido en 2017. La situación en España está alineada con la tendencia mundial: de acuerdo con el estudio IDC CloudView, un 64,51% de las empresas encuestadas en España indican que actualmente ya están implementado una estrategia de cloud híbrido.
Cada modelo de cloud, público y privado, ofrece diferentes opciones de dedicación de recursos, alquiler, precio, acceso de usuarios y control de los activos que los hace más o menos apropiados para cada carga de trabajo. El cloud público, es decir, la entrega de servicios cloud por parte de un proveedor externo, en el cual se comparten los servidores con distintos usuarios, suele utilizarse en el front-end. Por su parte, el uso de cloud privado se suele destinar al back-end para informaciones críticas o altamente sensibles, principalmente por cuestiones de seguridad, ya que los servidores no se comparten con terceros.
El cloud privado se puede proporcionar utilizando recursos propios (cloud privado en instalaciones propias) o de un proveedor externo desde estructuras físicamente aisladas que dan servicio a un único cliente. Este segundo caso es el que se analizará en este documento.