El streaming de juegos en vivo ha crecido casi el doble en un año

En épocas tan inciertas como estos últimos meses, pocos sectores económicos se encuentran preparados para resistir las consecuencias de una pandemia. El sector de esports y streaming de videojuegos en vivo, sin embargo, realizó ajustes para adaptar su negocio a esta crisis y ha experimentado un crecimiento destacado, a pesar del descenso en ingresos de publicidad y la cancelación de torneos multitudinarios.

En el primer trimestre del año, los espectadores de juegos en vivo se volcaron a mirar más transmisiones que nunca. El pico de visionados que registraron las plataformas, con Twitch a la cabeza, fue una consecuencia más del confinamiento provocado por el COVID-19. Twitch es propiedad de Amazon desde 2014, y en los últimos años han entrado los otros pesos pesados de la infraestructura cloud a competir por los usuarios de gaming: Facebook, Google (YouTube Gaming) y Microsoft (Mixer) pugnan por conquistar a streamers de éxito y por obtener los derechos de transmisión de torneos de esports.

Ha contribuido además a ese crecimiento la transmisión en estos meses de eventos no relacionados con juegos. Las plataformas han sido ágiles a la hora de captar otro tipo de acontecimientos, principalmente eventos musicales, aunque también se han volcado al streaming de clases de gimnasia, otras disciplinas de fitness o de danza. También han mostrado su solidaridad mediante eventos o torneos donde se recaudaron fondos para la lucha contra el coronavirus.

Estrategias de crecimiento basadas en talento… y en dinero

El impulso en el crecimiento de cada plataforma ha tenido distintos componentes. En el caso de YouTube, además del crecimiento en el número de espectadores, ha contribuido su acuerdo para la transmisión en exclusiva de los torneos de esports de Activision Blizzard.

En el caso de Facebook, además de algunos acuerdos preferentes de streaming, sus usuarios han mirado más horas de sus streamers favoritos. Para potenciar su marca, Microsoft (Mixer) ha hecho algo similar al contratar a streamers muy populares que anteriormente utilizaban Twitch, aunque su cuota de mercado es pequeña todavía.

Esta estrategia de firmar los nombres más famosos o los torneos más populares deriva del hecho de que todas estas plataformas no tienen ya mucho espacio para diferenciarse en lo que a tecnología se refiere. Todos ellos cuentan con el músculo financiero necesario para invertir en su infraestructura a medida que crecen, así como para asegurar contratos de transmisión de los eventos o juegos más atractivos para los aficionados. Por eso se centran en atraer talento y trabajar junto a los desarrolladores de juegos. Hay que considerar además que los usuarios consumen contenido de más de una plataforma, de la misma forma que lo hacen con el contenido de series y películas. Por eso, es sustancial contar con los nombres que pueden hacer la diferencia a la hora de que el usuario elija un proveedor u otro.

Aún con estrategias agresivas por parte de sus competidores, Twitch continúa reinando con comodidad en el sector de streaming de juegos en vivo, aunque la tasa de crecimiento de Facebook impresiona al haber triplicado las horas de visionado del año pasado a este. En el caso de Google con YouTube Gaming, encuentra una audiencia natural entre creadores y espectadores de vídeo que ya participaban de la plataforma. A Microsoft mientras tanto le quedan algunas batallas por librar en la arena de los esports.