En el universo de la inteligencia artificial (IA), donde las siglas cambian más rápido que las actualizaciones de ChatGPT, hay un ingrediente que ninguna startup puede falsificar, ningún modelo puede replicar, y ningún chip puede procesar: el talento humano. El informe “State of AI Talent 2025” de Zeki Data lanza una advertencia clara: las líneas del frente en la carrera por el dominio de la IA no están en los laboratorios, sino en los currículos de los cerebros más brillantes del planeta.
- Estados Unidos pierde su imán
- India: de exportador a consumidor
- Europa y el Golfo: regreso del hijo pródigo
- Google, Nvidia y el talento como arma
- La IA responsable: Londres al mando
- Big Pharma: outsourcing de la audacia
- Quantum, defensa y los nichos dorados
- ¿Dónde está Wally? Versión IA
- Conclusión: una nueva brújula para la innovación
- Postdata: ¿Por qué Zeki no incluye a China?
- China y el talento en IA
- Planificación estatal y apuestas a largo plazo
- Fuga de cerebros a la inversa: el regreso de los «sea turtles»
- Grandes ligas en industria y academia
Y en esta batalla, el terreno se está moviendo bajo los pies de los gigantes.
Estados Unidos pierde su imán
Durante años, EE.UU. ha sido el imán natural del talento en IA. Gracias a sus universidades de élite, financiación abundante y empresas como Google, Meta o OpenAI, ha concentrado a más del 40% del talento global en IA, gran parte del cual vino del extranjero. Pero como bien señala Zeki, ese flujo se está secando.
¿Las causas? Recortes en la financiación de la ciencia pública, endurecimiento de políticas migratorias y una creciente sensación de que “el sueño americano de la IA” ya no garantiza ni estabilidad ni propósito. La conclusión es demoledora: el talento ya no se siente obligado a cruzar el Atlántico.
En cifras, el informe señala que la tasa de contratación mensual de ingenieros de software en los 15 principales actores estadounidenses ha pasado de más de 3.000 a prácticamente cero. ¿La razón? La irrupción de agentes de IA capaces de asumir tareas antes delegadas a equipos enteros. Es como si HAL 9000 estuviera empezando a redactar su propio contrato laboral.
India: de exportador a consumidor
Si EE.UU. retrocede, ¿quién avanza? Zeki señala a India como el gran nuevo actor. Históricamente ha sido un semillero de talento para Silicon Valley. Sin embargo, el informe muestra un cambio de paradigma: los jóvenes talentos ya no sueñan con irse, sino con quedarse.
El lanzamiento de la “AI Mission” por parte del gobierno indio en 2024, que incluye la creación de 10.000 GPUs y el impulso de modelos autóctonos, está funcionando como catalizador. A medida que el ecosistema local madura, se espera que India deje de exportar talento para convertirse en una superpotencia consumidora del mismo.
Un dato revelador: India produce el mismo porcentaje de publicaciones en IA que EE.UU. (9,2%), aunque aún sufre en términos de citación y prestigio. Pero como advierte Zeki, eso está cambiando.
Europa y el Golfo: regreso del hijo pródigo
En medio de este tablero global, Europa y los Estados del Golfo están jugando su propia partida: repatriar a sus talentos exiliados. Países como el Reino Unido, Italia y Alemania han visto cómo entre el 10% y el 15% de sus mentes más destacadas se marchaban a EE.UU. durante la última década. Ahora quieren recuperarlas.
Para ello, están desplegando incentivos estratégicos: visas específicas, programas públicos de atracción y hasta equipos internos de “headhunters” al estilo agencia de talentos de Hollywood. El mensaje es claro: no solo queremos que vuelvas, queremos que lideres.
En el Golfo, el juego es aún más ambicioso. Iniciativas como el fondo MGX de Abu Dabi (100.000 millones de dólares en activos de IA) buscan no solo atraer talento, sino redibujar el mapa global de innovación. La geopolítica del silicio nunca fue tan literal.
Google, Nvidia y el talento como arma
Google y Nvidia emergen en el informe como las dos grandes fuerzas centrífugas del talento en IA. La primera, gracias a su apuesta por los LLMs (Modelos de Lenguaje de Gran Escala) y su absorción agresiva de desarrolladores clave. Según Zeki, Google concentra ya el 35% del talento global en desarrollo de LLMs, y DeepMind refuerza esa supremacía con un enfoque centrado en la IA responsable.
Por su parte, Nvidia sigue demostrando que el talento técnico no solo se atrae con stock options, sino con propósito. Su liderazgo en computación paralela, robótica y aprendizaje por demostración (robots que aprenden observando) la coloca como una de las pocas empresas capaces de absorber talento de Intel, AMD y Qualcomm sin sudar una gota de silicio.
La IA responsable: Londres al mando
Un giro esperanzador del informe está en el auge de la IA ética y responsable. Lejos de los fuegos artificiales de la competencia entre modelos, emerge un nuevo campo de batalla: cómo hacer IA que no perpetúe sesgos, invada la privacidad o destruya la confianza pública.
Londres, según Zeki, se ha consolidado como epicentro de este movimiento. DeepMind, el Instituto de Seguridad en IA y una concentración sin precedentes de pensadores en transparencia, explicabilidad y ética han convertido a la capital británica en el “Davos” de la IA responsable.
Y no es solo moralismo. Cada vez más talentos de élite priorizan trabajar en entornos donde puedan crear con conciencia. Un dato: la mitad del nuevo talento en IA en Europa prefiere proyectos de impacto social sobre sueldos estratosféricos.
Big Pharma: outsourcing de la audacia
En otro rincón del tablero, la industria farmacéutica sigue sin atreverse a jugar con sus propias cartas. Aunque hay excepciones como BioNTech (que adquirió InstaDeep), el patrón general es de externalización: alianzas con startups o adquisiciones para evitar construir sus propios equipos de IA desde cero.
Como quien compra una receta mágica, pero no aprende a cocinar.
Quantum, defensa y los nichos dorados
Zeki también destaca dos frentes emergentes. El primero: la fusión entre IA y computación cuántica, que ha empezado a drenar talento desde las puras empresas cuánticas hacia las big techs. El segundo: la explosión del interés de los sectores de defensa en la IA, especialmente en robótica, visión por computador y sistemas autónomos.
Y sí, Anduril —la empresa fundada por un ex-Palantir— aparece como la gran ganadora en este campo. ¿Distopía o eficiencia militarizada? El debate está servido.
¿Dónde está Wally? Versión IA
Uno de los hallazgos más provocadores del informe está al final: el talento de élite se está volviendo invisible. Literalmente. Un 30% de los mejores jóvenes en IA no tienen perfiles en LinkedIn ni participan en ferias de empleo. No necesitan buscar trabajo; el trabajo los busca a ellos.
Además, los algoritmos de selección automatizada corren el riesgo de amplificar sesgos y crear clones laborales. ¿La consecuencia? Las grandes empresas están perdiendo diversidad de pensamiento mientras los pequeños players —startups ágiles, con visión— están aumentando su cuota de talento silenciosamente.
Conclusión: una nueva brújula para la innovación
El informe de Zeki no es solo un diagnóstico; es una brújula. En un mundo donde el hardware se puede copiar, los datos se pueden comprar y los modelos se pueden replicar, el verdadero diferencial estratégico es quién escribe el código, no cuántos GPUs lo ejecutan.
La IA no se trata solo de máquinas aprendiendo. Se trata, sobre todo, de personas creando. Y en esa ecuación, el talento —y cómo lo cuidamos, atraemos y valoramos— es el único recurso realmente no renovable.
Postdata: ¿Por qué Zeki no incluye a China?
La exclusión de China del informe de Zeki tiene una explicación técnica y política:
- Acceso limitado a datos abiertos. En China, muchos perfiles académicos o laborales no están disponibles en plataformas como LinkedIn, GitHub o Google Scholar, que son clave para los algoritmos de Zeki.
- Restricciones legales sobre el tratamiento de datos personales por parte de entidades extranjeras.
- Desacoplamiento tecnológico: el ecosistema chino funciona cada vez más como un «mundo paralelo» con sus propias plataformas, estándares e incluso infraestructuras.
China y el talento en IA
China no es un actor emergente en IA, sino uno plenamente consolidado. Según el AI Index Report 2024 de Stanford, China lidera el mundo en publicaciones científicas relacionadas con IA y posee una de las mayores tasas de crecimiento en impacto académico (medido en citas).
En cuanto a talento:
- Más de 30% de los artículos científicos en IA provienen de instituciones chinas.
- Las universidades chinas, como Tsinghua, Peking o Zhejiang, están en el top global de formación en IA.
- En competencias como Kaggle, estudiantes e ingenieros chinos tienen una presencia dominante.
El país ha pasado de ser una fábrica de código a una incubadora de innovación, con investigadores compitiendo de tú a tú con los de Stanford, MIT o ETH Zurich.
Planificación estatal y apuestas a largo plazo
China no deja el desarrollo de talento en manos del azar. El plan «New Generation Artificial Intelligence Development Plan» (2017) marcó el objetivo: liderar el mundo en IA para 2030. Y no era una promesa hueca.
En educación, por ejemplo:
- Se han creado más de 300 programas de grado en IA en universidades desde 2018.
- Las Olimpiadas Nacionales de Ciencia y Tecnología ya incluyen módulos específicos de IA para secundaria.
Además, a diferencia de muchos países occidentales, el Estado juega un papel activo y centralizado en la planificación del talento, ofreciendo incentivos financieros, becas y condiciones laborales atractivas para evitar la fuga de cerebros.
Fuga de cerebros a la inversa: el regreso de los «sea turtles»
Durante décadas, China sufrió una fuerte fuga de talento hacia EE.UU. y Europa. Pero eso está cambiando. Muchos talentos chinos que estudiaron en MIT, Stanford o Cambridge están regresando, atraídos por:
- Incentivos económicos y sociales.
- Un entorno laboral competitivo y en expansión.
- Limitaciones de visado en EE.UU. (agravadas desde la era Trump y sostenidas por la administración Biden).
Este fenómeno de retorno se conoce en China como el de los «hai gui» o «tortugas marinas»: talentos que vuelven para construir empresas, liderar institutos de investigación o fundar startups.
Grandes ligas en industria y academia
Empresas como Baidu, Tencent, Alibaba, Huawei y SenseTime tienen departamentos de IA que rivalizan con los de Google o Microsoft en número de investigadores y patentes.
- Baidu Research ha producido modelos comparables a GPT y contribuye en áreas como el procesamiento del lenguaje chino.
- Huawei ha invertido fuertemente en chips de IA propios, lo que reduce su dependencia de proveedores externos como Nvidia o AMD.
- SenseTime, una de las startups de IA más valiosas del mundo, emplea a cientos de científicos de primer nivel.
En paralelo, instituciones como el Beijing Academy of Artificial Intelligence (BAAI) están atrayendo talento global, ofreciendo salarios competitivos y recursos computacionales equivalentes o superiores a los disponibles en Europa.
# Harvard University: A Legacy of Excellence
and Innovation
## A Brief History of Harvard University
Founded in 1636, **Harvard University** is the oldest and one of
the most prestigious higher education institutions in the United States.
Located in Cambridge, Massachusetts, Harvard has built a global reputation for academic excellence, groundbreaking research, and influential alumni.
From its humble beginnings as a small college established
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initiatives in artificial intelligence, public health, climate change, and more.
Harvard’s contribution to research is immense, with billions of dollars allocated
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Harvard has produced some of the **most influential figures** in history, spanning politics,
business, entertainment, and science. Among them are:
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U.S. Presidents
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The university continues to cultivate future leaders who shape industries and drive global progress.
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Harvard’s campus is a blend of **historical charm and modern innovation**.
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blending academics with vibrant traditions, including:
– **Housing system:** Students live in one of 12 residential
houses, fostering a strong sense of community.
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by running through Harvard Yard before finals!
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With over **450 student organizations**, Harvard students engage in a diverse range of extracurricular activities,
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Beyond academics, Harvard drives change in **global policy,
economics, and technology**. The university’s research impacts healthcare, sustainability,
and artificial intelligence, with partnerships across industries worldwide.
**Harvard’s endowment**, the largest of any university, allows it to fund scholarships,
research, and public initiatives, ensuring a legacy
of impact for generations.
## Conclusion
Harvard University is more than just a school—it’s a **symbol of excellence, innovation, and leadership**.
Its **centuries-old traditions, groundbreaking discoveries, and transformative education** make it one of
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through its distinguished alumni, pioneering research, or vibrant student life, Harvard continues to shape
the future in profound ways.
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