Los discos duros (HDD) continúan siendo una tecnología indispensable para la operación de los centros de datos y los proveedores de servicios cloud, según Toshiba Electronics Europe GmbH, que desmiente así las predicciones recurrentes sobre la extinción de este medio de almacenamiento.
De hecho, aunque los discos duros han desaparecido de la mayoría de los dispositivos de consumo, siguen siendo la opción preferida por los operadores de centros de datos y los proveedores de servicios cloud, que valoran su alta capacidad a bajo coste de adquisición y operación, su fiabilidad y su rendimiento adecuado a la mayoría de las aplicaciones, incluyendo aplicaciones de IA, videovigilancia, streaming de vídeo y otras cargas intensivas de datos.
Así, y de acuerdo con datos de la consultora Gartner, en 2024 se suministraron 56 millones de HDD empresariales en el mundo, con una capacidad total de 959 Exabytes, es decir, 959 millones de Terabytes, que supone más de cuatro veces la capacidad de los SSD empresariales suministrados en el mismo periodo (59 millones de unidades con una capacidad total de 226 Exabytes).
El éxito sostenido de los discos duros en el entorno de la informática profesional se debe en buena medida a su gran capacidad y su eficiencia en costes de adquisición y operación ya que, como constata Toshiba, los SSD continúan siendo entre cinco y ochos veces más caros por unidad de capacidad que los HDD.
Evolución tecnológica continua
Así mismo, la innovación que impulsa la continua evolución tecnológica de los HDD contribuye directamente a su omnipresencia en estos entornos. Al respecto, Toshiba destaca específicamente las tecnologías MAMR (Grabación Magnética Asistida por Microondas) y HAMR (Grabación Magnética Asistida por Calor).
Estas tecnologías, que utilizan microondas y diodos láser, respectivamente, reducen la energía magnética necesaria y posibilitan cabezales de escritura más pequeños y, por ende, mayor densidad de almacenamiento de datos y mayor capacidad. De hecho, se prevé que en los próximos años existirán discos duros de hasta 50 terabytes por unidad.
Por otra parte, y a pesar de tener partes móviles, los discos duros son notablemente duraderos y eficientes. La tasa de fallos de los HDD empresariales es de alrededor del 0,35%, lo que se traduce en solo siete discos defectuosos al año en un centro de datos con 2.000 unidades en funcionamiento, con una fiabilidad aún mayor en grandes centros de datos y proveedores cloud.
Toshiba también señala que, si bien a menudo se alude al bajo rendimiento como una desventaja de los discos duros, esto solo es cierto cuando se considera una sola unidad ya que, como recuerda la compañía, en las arquitecturas de almacenamiento modernas, docenas de discos duros trabajan juntos en arrays, lo que permite operaciones de lectura y escritura en paralelo, y de este forma, los sistemas de almacenamiento pueden alcanzar fácilmente tasas de transferencia de 15 GB/s y más de 15.000 IOPS.
Además, Toshiba destaca específicamente la eficiencia energética de los HDD. Los discos de gran capacidad solo consumen entre 0,3 y 0,5 W por Terabyte, comparable al de los SSD de la misma capacidad, lo que los convierte en una opción sostenible y rentable para grandes volúmenes de datos.
“Lejos de sustituirse, los discos duros continúan siendo la infraestructura silenciosa sobre la que se sostiene el mundo digital”, afirma Rainer W. Kaese, director senior de Desarrollo de Negocio de HDD de Toshiba Electronics Europe GmbH, para añadir que “incluso si los precios de los SSD bajaran al nivel de los HDD, harían falta décadas e inversiones millonarias para escalar su producción y poder reemplazarlos”.